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viernes, 2 de marzo de 2012

España: reducir el déficit a toda costa

Sarkozy, Merkel y Durao Barroso

Por Mirta Balea

Una tensión diaria y una movilización constante son los propósitos para marzo de los sindicatos españoles, apoyados por el Partido Socialista Obrero Español (PSOE) e Izquierda Unida (IU), mientras el presidente Mariano Rajoy ha presentado ante Bruselas un ajuste presupuestario para el 2012 lo más cercano posible a las exigencias de la Unión Europea (UE) y, al propio tiempo, ha demandado iniciar un proceso de negociación porque "las circunstancias han cambiado".


El techo de gasto público y el cuadro macroeconómico, que en la práctica son los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2012, suponen un recorte mayor que los 15.000 millones de euros menos aprobados en diciembre pasado, durante el primer Consejo de Ministros de la actual legislatura. Esta cantidad se desglosa en 9.000 millones  por ajustes del gasto y 6.000 millones por aumento de impuestos.


El objetivo es que España cumpla con sus compromisos, lo que constituirá su aval para las inversiones, y que estos sean creíbles dado que el país arrastra cuentas caducas, que necesariamente alteraran las previsiones de la Comisión Europea (CE). El próximo mayo, el órgano rector del Club de los 27, tendrá que presentar diagnósticos más acordes con los datos presentados por el equipo de Rajoy hasta el 2013.


Durante la reunión, la víspera, del Eurogrupo (ministros de Economía y Finanzas), se ha podido ver que España goza de simpatías por parte del presidente del grupo, Jean Claude Juncker, y algunos miembros de la CE. El titular del ramo de Holanda, Kees de Jager, amante de la ortodoxia en materia fiscal, se ha mostrado dispuesto a un debate interno de los 27 sobre la austeridad como única vía para salir de los apuros en que se halla el euro.


Finlandia, Luxemburgo, Suecia y Francia se muestran contrarios a cualquier flexibilidad o relajación de los objetivos marcados por Alemania para la zona euro. Algo que queda reflejado en las conclusiones de la cumbre de jefes de Estado y Gobierno de la UE realizada hoy en que se apunta que "los países bajo el escrutinio de los mercados" como es el caso de España e Italia "tienen que estar preparados por si necesitan seguir tomando más medidas de consolidación fiscal".


El comisario para la Competitividad de la UE, Joaquín Almunia, quien milita en el PSOE y recibió recientemente la visita de su secretario general Alfredo Pérez Rubalcaba, ha dado al Eurogrupo un consejo en línea con la política de acoso y derribo del Partido Popular que siguen grupos radicales dentro de la sociedad española, espoleados por los sindicatos y organizaciones políticas.


Almunia ha dicho que España no solo debe explicar sus planes, sino contestar también a las "preguntas de la sociedad española sin esconder cartas bajo la mesa", tras el bulo que parece haber lanzado él mismo sobre los PGE 2012 en cuanto a que el Gobierno ocultaba cifras. En realidad, como se ha visto publicado en medios de prensa nacionales, fue el anterior Ejecutivo socialista, del que formaba parte Rubalcaba, el que calculó con una diferencia de dos puntos residuales el déficit, que tantos dolores de cabeza da para cuadrar las cuentas.


Los 91.344 millones de euros en números rojos del déficit del 2011 cubriría el 81.4% de las pensiones y tres años de la nómina del paro. La desviación de las cifras de la anterior ministra de Economía, Elena Salgado, supone el 75% de los PGE. Las previsiones del Gobierno del PSOE hablan de un engaño respecto al déficit de 26,941 millones de euros. Es decir, de un 6% del Producto Interno Bruto (PIB) que ha pasado a ser un 8,51%.


Las Comunidades Autónomas (CCAA) son responsables de un 2,4% del dato del PIB. La Administración Central lo es de un 4,8 por ciento, donde hay que contemplar algunas inversiones del anterior Ejecutivo socialista, que nada aportaron a la solución de la crisis.


Los ministerios de Asuntos Exteriores e Igualdad y los Sindicatos se han llevado consigo una buena cantidad con inversiones como la mejora de la producción agrícola en las regiones de Cacheu, Bissora y Carnatab, mediante resolución de conlfictos con los hipopótamos, en Guinea Bissau, a un monto para España de 293,899 euros: o el mapa de inervación y excitación sexual en clítoris y labios menores, que se comió 26.000 euros; o los 128,4 millones de euros abonados a las centrales sindicales, que tiene con gran diferencia el mayor número de liberados (los que cobran solo por ser dirigentes obreros) de todo el panorama europeo.


Las dos mayores centrales sindicales del país: Comisiones Obreras y Unión General de Trabajadores verán menguar sus subvenciones en un 20% con la nueva reforma laboral, que les ha obligado, para proteger a los trabajadores, a convocar muchas manifestaciones y, tal vez, todo depende como caldeen la calle, a una huelga general.

Foto publicada por el The New York Times

Los sindicatos van desenfrenados a compulsar a la sociedad contra los ajustes y recortes de la etapa Rajoy con un ritmo inversamente proporcional al que aplicaron en la de Zapatero. El presidente ha dicho que no cambiará el paso y confía en que la sociedad entienda los que ha ido dando hasta ahora.


Entretanto Rubalcaba, cabeza del PSOE, lejos de practicar una oposición madura y responsable, como había anunciado hace apenas un mes, agita el espectro de los "comecuras" de la Guerra Civil y dice que él irá con los sindicatos como el PP hizo con los obispos. Ha reivindicado también el derecho de los españoles a manifestarse "libre y pacíficamente".


El The New York Times ha puesto ayer en portada una foto de las manifestaciones en Barcelona en la que un encapuchado amenaza con un cuchillo a un empleado de un banco. El diario más influyente de Estados Unidos, llamado la dama gris, ha publicado datos ominosos sobre España en los últimos dos años, que la visión de un vándalo bajo el disfraz de manifestante no parece propicio para la reputación de un país, según opiniones en la prensa española de destacadas personalidades diplomáticas.


Lo peor de todo es que los encapuchados quedaran impunes todos. Como los que aparecen en otros periódicos nacionales, en manifestación libre y pacífica, quemando contenedores, tirando adoquines al interior de las sucursales en horas laborables o rompiendo cajeros y de paso llevándose el dinero, todos sin mostrar el rostro como les indicaron los convocantes mediante las redes sociales.


Los principales organismos internacionales preven que España saldrá de la recesión en el 2013, que es cuando se verá la luz al final del tunel, con un crecimiento moderado aún, apenas para crear empleo. Las pensiones y el paro absorberán más recursos, aparte de tener que tapar un "hueco" de más de 600 millones de euros en las cuentas de la Seguridad Social, utilizadas por los socialistas para abrir Institutos Cervantes y otros proyectos.


Aunque Rubalcaba apueste por las movilizaciones y la huelga para situarse junto a los trabajadores, como ha dicho, lo cierto es que su pertenencia a los dos gobiernos del presidente José Luis Rodríguez Zapatero, le carga con la responsabilidad del aumento del gasto por encima del crecimiento del PIB, que es de lo que va este déficit. Como en una casa, si entran 1.000 euros no se pueden gastar l.200. En tales circunstancias, las deudas crecen.


Cuando Rajoy y su equipo comenzaron a abir los cajones, resulta que comprendieron que todo lo que se había dicho y hasta el pase habitual de las carteras de un gobierno a otro no eran más que colosales mentiras. Ahora el PSOE es uno de los que se suma a la calle contra las reformas, al grito de "todos somos responsables", para disolver su propia responsabilidad política.


La herencia que ha dejado el gobierno de Zapatero resulta demasiado evidente para ocultarla con nuevas mentiras. Fue decisión de ese equipo dinamitar la Ley de Estabilidad Presupuestaria de 2001, una forma de regular el tope de gastos para no pasar por lo que ahora ocurre, pero que le resultaba una camisa de fuerza y había sido aprobado por el Ejecutivo de José María Aznar. El derroche se ha producido en 10 autonomías, regidas hasta marzo del 2011 por el PSOE, como Castilla- La Mancha y Extremadura, que son, con diferencia, las que más han despilfarrado y en las que había estado en el poder durante los últimos 30 años.


Incluso cuando la agencia calificadora de la deuda Fitch rebajó en enero pasado la nota de solvencia de España en dos escalones, asumió que era real la cifra dada por Salgado y que el déficit era en torno a un 6% y no un 8,51% como ha resultado. Cumplir ahora con el 4,4% de tope acordado con Bruselas  supondría recortar 43.000 millones más en un país con 5,3 millones de parados y en el que casi un 22%, es decir, 11 millones de personas, vive por debajo del umbral de la pobreza, y otro 30% tiene dificultades para llegar a fin de mes.


España lo que necesita ahora son estímulos a la inversión y de crédito a la economía real para impulsar el consumo y el empleo, aunque suponga aumentar la inflación y ampliar los plazos y objetivos del déficit con el consiguiente enfrentamiento con Berlín, que tiembla cuando le hablan de todo esto. Los pasos a dar como meter en cintura a las autonomías y corregir el desvío fiscal tendrán que darse de manera sensata y cambiando el orden de prioridades, incluso en Europa.


A pesar de esto, según el ministro de Economía, Luis de Guindos, España cumplirá sus compromisos con Bruselas, teniendo en cuenta que el cuadro deberá completarse en los próximos meses con las negociaciones dentro del club europeo.

Enlazar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com/2012/02/espana-una-reforma-laboral-deguello.html

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