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martes, 7 de agosto de 2012

Siria: la razón incierta

Manifestantes sirios





Mirta Balea




Los días se amontonan en Siria con lentitud, el país envejece, el pánico o el peligro mantienen a sus habitantes despiertos. Han pasado unos 17 meses desde el inicio de las revueltas y las bombas y la metralla no dejan de caer sobre una población con casi un millón de personas desplazadas dentro y fuera del territorio. Correr el riesgo de morir no es ninguna hazaña, pero lo han hecho ya 5.000 personas en lo que va de guerra.





El riesgo que corren los escaladores de montañas, los remeros solitarios en una frágil embarcación, los acróbatas sobre una cuerda que puede romperse, se limitan al tiempo que dura la aventura, pero jugarse la vida día tras día en una guerra que parece interminable, perder a miembros de tu familia a manos de fuerzas descontroladas por el odio, sucumbir por la escasez de alimentos, dejar detrás tu casa, tus pertenencia, sin saber si regresarás, es como cuando miras al abismo y este te devuelve su oquedad sin alma.





Una resolución de la Asamblea General de las Naciones Unidas ha lanzado un avión sin piloto, un dron, contra el régimen de Bashir al-Assad, porque dura demasiado tiempo el baño de sangre, y dirige su dedo acusador también al Consejo de Seguridad por no haber asegurado el cumplimiento de un plan conjunto de paz con la Liga Arabe. Recordemos que en ese instancia del organismo internacional están representados todos los estados miembros en igualdad de condiciones.





El problema de las resoluciones de la Asamblea General es que son meras recomendaciones, sin carácter viculante, aún cuando asuman un lenguaje imperativo, como es el caso, para decirle al presidente sirio que retire sus tropas y armamento pesado de las áreas públicas en 10 días. Hasta el momento, la ONU y organismos dependientes, han impulsado mas de 60 series de sanciones al régimen, pero Rusia se ha encargado de que caigan en saco roto.





El propio viernes, día en que se aprobó la resolución en la Asamblea General de la ONU, una delegación de altos funcionarios sirios buscaba en Moscú reforzar los lazos económicos con el gobierno de Vladimir Putin. La misión fue a negociar un acuerdo para cambiar crudo excedente del país árabe por gasóleo diesel ruso. El régimen, aunque produce unos 200.000 barriles diarios de petróleo, necesita combustible refinado en función de la guerra.





En el Consejo de Seguridad- cuyas decisiones son de obligado cumplimiento-, Rusia y China se han encargado de bloquear al menos cuatro veces los esfuerzos por una salida de al-Assad y el alcance de un consenso para un gobierno de transición nacional. Este organismo está integrado por 15 naciones, de las que 5 tienen un asiento permanente con capacidad de veto: Rusia, China, Reino Unido, Estados Unidos y Francia.





La razón, según Blaise Pascal, obra con lentitud, y con tantas miras, que a cada momento se extravía. En el conflicto sirio, determinar de qué lado está la razón es una tarea que se complica cada día más. Debe ser porque conseguir un ideal exige abarcar toda la realidad.





El secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, ha recriminado al régimen y a los rebeldes armados por seguir recurriendo a la fuerza y descartar la diplomacia, pese a que aceptaron un plan de paz de seis puntos, que intentó poner en marcha el enviado especial Kofi Anan, hasta que se dio por vencido y presentó su dimisión la pasada semana. Ninguna de las partes - parece haber quedado claro a estas alturas del conflicto- desea dar su brazo a torcer.





En estas últimas semanas, la turbamulta de informaciones desde Siria tiene consternada a la opinión pública. Las noticias de Alepo, Damasco, Homs o cualquier otra ciudad, muestran al régimen en un callejón sin salida y a los rebeldes frente a una valla de alambre, de la que cuelgan muchos cadáveres, y que separa su traspatio del mismo callejón.





Hay dos elementos importantes en la guerra Siria. Los civiles se consideran por ambos bandos como daños colaterales y la división que se observa, cada vez con mayor nitidez, entre los que libran la lucha en el terreno y los que dan las órdenes desde Turquía, entiéndase, el Consejo Nacional Sirio (CNS), y  resulta una brecha difícil de saltar.





Asamblea General de la ONU



Las actuaciones del Ejército de Liberación Sirio (ELS), un grupo híbrido y sin cohesión, formado por exmilitares del régimen y activistas, se equiparan en crueldad a las perpetradas por las fuerzas regulares del ejército de el-Assad.





Los rebeldes disponen solo de las armas que se han llevado de los cuarteles, antes de desertar, y las recuperadas a sus enemigos en combate, los otros tienen helicópteros, tanques y armamento mucho más sofisticado. Esa es la razón de que los primeros realicen una guerra de guerrillas "de aquí te pillo aquí te mato" y no sean capaces de conservar por mucho tiempo una plaza después de conquistada.





A pesar de la vía diplomática preferida por la ONU para Siria, Estados Unidos ha decidido entrar con la manga al codo para evitar que se repita lo de Iraq, donde, una vez realizado el traspaso de poderes a los nacionales tras una cruenta guerra, ha sobrevenido el caos, el desgobierno y persisten las hondas divisiones sectoriales, que si nos fijamos bien, es justamente lo que está ocurriendo  en territorio sirio.





El diario The New York Times ha desvelado un plan conjunto del Pentágono y el Departamento de Estado, con sus aliados árabes, y el Reino Unido-que comparte esa línea de acción- para gestionar el flujo de refugiados, estimado en 240,000 en los países colindantes, y salvaguardar "las armas químicas", lo que quiera que esto último signifique.




Como el plan va encaminado a apoyar a los rebeldes, se les ha advertido que eviten tomar "duras represalias" con antiguos miembros o colaboradores del régimen que caigan en su poder o luchar con los clanes locales "para evitar las lagunas de seguridad", es decir, que la gente en occidente no se haga una idea equivocada de ellos.





La advertencia llega tarde para ambos lados. La represión hasta con bombas de las manifestaciones, los ataques indiscriminados a núcleos urbanos e incluso la utilización de aviones de combate en los recientes enfrentamientos en Alepo demuestran el escaso interés de al-Assad por la vía diplomática. Este hombre da la impresión de que las cataratas del poder le obnubilan o quizás se trate de alguna promesa en su lecho de muerte a su antecesor y padre Hafez, o que su clan le presiona para ganar o morir en el intento.





Mucho se habla de las deserciones de importantes figuras de su régimen, la de más rango y muy reciente del primer ministro Rijah Hibab, con escaso poder dentro de un gobierno presidencialista, o la de Manaf Tlass, miembro clave del entramado militar. Se estima que han habido al menos 41 deserciones entre diplomáticos, militares de rango y parlamentarios, pero esto es como pelar una cebolla, se caen las pieles externas y el núcleo duro permanece.





Estados Unidos ha mostrado sus cartas y apuesta por derrocar a el-Assad. Paul Wolfowitz, subsecretario de Defensa, lamentó que se haya perdido la opción rebelde de ganar la guerra, sin embargo,  la Casa Blanca autorizó dar dinero al ELS. Dado que el respaldo militar es tabú para cualquier estado miembro de la ONU, la medida les permitirá al menos adquirir armas en el mercado negro. Los combatientes tienen bases logísticas en Turquía y reciben ayuda también de Arabia Saudita y Catar.





En Alepo, los guerrilleros se enfrentan a los clanes locales tras el fusilamiento la pasada semana de uno de los jefes , Leino Barri, y miembros de su familia, ejecutado sumariamente por colaboracionista o distribuidor de drogas, según la fuente. Esto ha irritado al resto de las tribus, que amenazan con alzarse en armas contra el ELS, lo que supondrá miles de nuevos hombres en pie de guerra a favor de el.Assad.





Activistas internacionales hallaron cadáveres de elementos prorégimen con tiros en la nuca y las manos atadas, abandonados en fosas abiertas. Los propios rebeldes colgaron un video en la red en el que se ve como matan a un exsimpatizante del gobierno, sin juicio previo, y en julio, habían asesinado a un presentador de la televisión iraní.





Las iglesias cristianas han sido profanadas por rebeldes sirios a su paso por diferentes ciudades. Imágenes publicadas en la red muestran a un miembro del ELS ante un coche funerario, ataviado con una sotana, una cruz en la mano y un fusil en la otra. Esto ocurrió en Homs, pero hay otros escenarios en los que son arrasados los templos por estas fuerzas.





Al Qaeda se ha hecho presente en el desorden sirio, como lo hizo también con anterioridad en otros países de las revueltas árabes. Los asesinatos sumarios llevan su cuño, como está ocurriendo en Yemen en estos días, donde matan a quienes ayuden a las fuerzas regulares del ejército. En Abyan, plaza fuerte de los terroristas durante las protestas para derrocar a Ali Abdalá Saleh, fueron muertas 45 personas y heridas una docena hace una semana.





La división de la oposición hace inviable un gobierno de transición consensuado. La prueba más reciente es que el ELS ha dejado clara su voluntad de formar un consejo superior de defensa, integrado solo por militares, al estilo egipcio, que elegiría a un consejo presidencial de seis personalidades políticas y militares para dirigir la transición.





El-Assad no podrá recomponer su régimen ni traerá la calma al país por mucho que Rusia y China le apoyen para mantenerse. Es cierto que temporalmente tiene la mejor mano en la partida, que costará aún mucha sangre de civiles, porque hay quienes piensan que las naciones pueden ser objeto de cambalache y no necesitan estrategias de consenso.


Enlazar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2012/07/por-mirta-balea-los-organos-vitales-de.html

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