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viernes, 7 de diciembre de 2012

Siria: la guerra en vías de una internacionalización

Los cadáveres se amontonan en la guerra Siria
 



Por Mirta Balea



La semana ha comenzado con una ofensiva rebelde en los alrededores de Damasco que ha comprometido la zona del aeropuerto, distante 27 kilómetros hacia el sureste. Los comités locales han denunciado que el presidente Bashir el-Asad ha cortado las comunicaciones por Internet y de telefonía móvil y fija con el fin de impedir cualquier enlace con el exterior.




El "apagón" ha abarcado a otras zonas, además de Damasco, en el centro del país, como Hama y Homs, una ciudad totalmente destruida por el conflicto de 15 meses, Deraa y Suaida hacia el sur ; y Tartus, un puerto militar en el oeste.




La Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) ha dado luz verde hace tres días para el despliegue de misiles Patriot norteamericanos, holandeses y alemanes en la frontera de Siria con Turquía, uno de sus miembros, para proteger este territorio -como mandan los acuerdos de ayuda mutua- de cualquier ataque desde el otro lado.



El secretario general de la OTAN, Fogh Rasmussen, lo ha llamado "estrategia de disuasión", despues de que se registraran disparos en la zona limítrofe. Hizo también una advertencia a el-Asas de que, si como afirman los servicios de inteligencia de Estados Unidos, está dispuesto a utilizar armas químicas contra los civiles, la comunidad internacional podría plantearse intervenir por resultar una acción "inaceptable".




Hasta el momento no se había escuchado esa posibilidad tan claramente desde que The Wall Street Journal informara de esa posibilidad a mediados de este año, basándose en fuentes fidedignas, cuando dio a conocer también que el régimen sirio había trasladado sus arsenales químicas para tenerles más a punto.




Siria no solo ataca a su vecino, sino que ha sembrado de minas el camino hacia la frontera, lo que obligó a Turquía a crear una zona de seguridad, desplazando tropas. El paso hacia el otro lado fue cerrado el primero de abril pasado por las autoridades sirias, momento que aprovecharon también para prohibir el acceso al país a la prensa.




Los refugiados han sido desviados a Jordania, Irak y Líbano. En este último país, el gobierno apoya a Damasco y ha desplegado en el límite una fuerza militar permanente para que no entren demasiados. La cifra tentativa, dada por funcionarios de la ONU, fija en unos 400,000 el número de huidos, pero se teme que podría llegarse en breve a los 700,000. La Misión de Supervisión de la organización mundial para Siria interrumpíó desde hace meses sus patrullas por las fronteras por orden del general Robert Wood, quien declaró que sus 300 cascos azules corren "riesgos significativos".




Turquía ha venido informando desde el principio del conflicto de los ataques sirios de que era objeto. El 22 de junio de este año un avión Phantom P-4E sobrevoló el Mar Mediterráneo antes de que resultara detectado por los radares turcos en el sur del territorio. Dos días después, el primer ministro Recip Tayyip Erdogan, pidió una urgente reunión de la OTAN, que como en esta ocasión, resolvió lanzar una advertencia.




El ministro de Relaciones Exteriores, Ahmed Davutoglu, aprovechó el incidente para recordar a el-Asad que "no ponga a prueba las capacidades militares de Turquía", aunque poco después fue derribado un ávión turco sobre el mar y cuando la unidad de rescate se disponía a ayudar a los pilotos, los sirios dispararon también contra ésta.




Las provocaciones a Turquía se incrementan cada vez que los rebeldes realizan una ofensiva que llega a las puertas de Damasco. La más reciente ha parecido estar más cerca del éxito, al punto de que el régimen se haya decidido en caso de sumo peligro usar las armas químicas, en especial el letal gas sarin, inicialmente concebido para la nada peligrosa tarea de servir de pesticida.




El apoyo turco al Consejo Nacional Sirio, nacido en Estambul el pasado 23 de agosto, como aglutinador de las fuerzas opositoras y para forzar al régimen a escuchar a la población ha resultado también un sarpullido en la antipatía de los últimos tiempos de el-Assad por su vecino.




Amnistía Internacional ha informado de la detención, tortura y asesinato de manifestantes, incluidos menores de edad, por las fuerzas militares del régimen, que en algunos casos practican el pase a cuchillo de los civiles en  sus propias casas. En mayo pasado, se dio un hecho macabro cuando un niño de 13 años fue detenido y torturado y después quemado vivo. Su familia recibió el cuerpo con el cuello roto y el pene cortado.




El organismo internacional de defensa de los derechos humanos ha solicitado a Naciones Unidas que investigue los crímenes contra la humanidad llevados a cabo por las fuerzas policial y militar del régimen de eel-Asad, en ocasión de ser descubiertos 45 cadáveres de civiles asesinados, con las manos atadas a la espalda, en Hama, provincia de Homs.




El Observatorio Sirio de Derechos Humanos, grupo opositor con sede en Londres, estima que desde el inicio de la rebelión en marzo del 2011 podrían haber muerto más de 36 mil personas, principalmente civiles y desertores, además de soldados. Una cifra creible si tenemos en cuenta que cada día se reportan bajas en los combates y en la represión de las manifestaciones, que no han cesado en todo este tiempo.




Los representantes de la oposición en Siria tampoco han dado muestras de una representatividad popular para granjearse la confianza de la comunidad internacional. En un esfuerzo de integración, se creó a principios de este mes la Coalición Nacional de Fuerzas de la Oposición y Rebeldes sirios, en Doha, Catar. Esto ha sido un corrimiento de tierras para el CNS, que hasta el momento fungía como el aglutinante de los elementos antigubernamentales.




La debilidad de esta agrupación política ha estado en su desgana a reconocer el abanico cultural, político y religioso que se enfrenta a las fuerzas del régimen sobre el terreno. En más de una ocasión, además, ha hecho la vista gorda ante ejecuciones sumarias y otras atrocidades de elementos incontrolados dentro de las fuerzas rebeldes y ha dado cobijo a grupos islamistas radicales, que no persiguen el establecimiento de las libertades y derechos exigidos en las manifestaciones.





El-Asad se ha venido agarrando de esto para señalar que su ofensiva es contra los "terroristas" infiltrados en Siria,  como si fuesen una mayoría notable de los combatientes, una duda que NO ha contribuido a despejar la declaración hace unos meses del líder de Al Qaeda, Ayman al-Zawahiri, llamando a la yihad contra el régimen sirio y el hecho de que por las fronteras de Irak y otros estados árabes continúen llegando salafistas y otros grupos radicales islámicos.




El oportunismo político de Al Qaeda como el de los Hermanos Musulmanes sirios, que recientemente han metido baza en el conflicto como si hubiesen estado ahí desde el principio, es solo comparable con el papel de última hora jugado por la Hermandad en Egipto, en los acontecimientos que dieron al traste con la dictadura de Hosni Moubarak hace dos años y abrieron el camino de las elecciones. En estas, por cierto, resultó salir elegido uno de los sus hombres, Mohamed Mursi. Las últimas informaciones apuntan a que podría implantar la sharia o ley islámica como fundamento de derecho en el país.




Si algún Estado ha servido de muro de contención para que la comunidad internacional considerara a Siria terreno vedado, al extremo de haber sido incapaz de negociar la salida de el-Asad,  ha sido Rusia, en contubernio con China, ambas con importantes relaciones comerciales, económicas y militares con el régimen de Damasco. Tres veces se han opuesto a resoluciones en el Consejo de Seguridad de la ONU con el fin de mantener al actual presidente en el poder e impedir sanciones directas a su yugular.




Una misión de la Liga Arabe -que el pasado 12 de noviembre expulsó a Siria de entre sus miembros, registraba, sin embargo, en un informe "actos de violencia cometidos contra las fuerzas regulares del régimen", equiparándolos con la atrocidad que se comete cada día contra civiles desarmados. Rusia se agarró de ésto para desestimar las denuncias de organizaciones de derechos humanos sobre las masacres perpetradas en Homs y otras ciudades y para seguir suministrando armas a el-Assad.




En varias ocasiones, Rusia ha enviado al puerto militar de Tartus, donde tiene una base, cruceros y otros navíos con armas. La última registrada es del 20 de noviembre última como "disuasión"-según Moscú- de "cualquier intento internacional de intervención". La respuesta de Estados Unidos fue inmediata: envió un portaaviones a la zona. Con anterioridad, las  autoridades británicas habían interceptado y rechazado un barco ruso con armas a bordo para Siria, según informó al parlamento el secretario de Exteriores, William Hague.



La Unión Europea, que había sancionado a el-Asad bloqueando sus activos en las entidades bancarias que controla y la compra-venta de oro, dispuso recientemente que las compañías aseguradoras europeas no podrían cubrir las entregas de armas a Damasco. El secretario general de la Liga Arabe, Ahmed Ben Hilli, aprovechó para pedir a Moscú que detenga el trasiego.




Estados Unidos y Rusia han pacatado ayer continuar en la vía del diálogo para solucionar el conflicto sirio, con el trasfondo de advertencia del Pentágono de que el uso de armas químicas contra civiles en Siria podría acarrear una acción armadas. Y es que no se puede seguir enfrentado esa guerra con una actitud submarina de ensoñación si Occidente desea realmente evitar un desplome como de catedral abatida.

Enlazar con:  http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2012/09/siria-espana-aportara-ayuda-los.html



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