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martes, 12 de febrero de 2013

Vaticano: el adiós a las armas de Ratzinger




Por Mirta Balea


El último día de este mes, Joseph Ratzinger volverá a ser un simple cardenal cuando deje de ser Papa con el nombre de Benedicto XVI. Su renuncia este lunes al mandato divino, coloca a la Curia en una situación inédita en tiempos modernos y abre la veda a la conquista del trono de Pedro, una lucha por el poder larvada y secular, pero que se tornó agresiva en los últimos años.


Colaborador fiel de su predecesor Juan Pablo II, al llegar a Papa en 2005 cambió la política sobre los casos de corrupción y pederastía en un giro de 180 grados, que dejó en mal lugar la gestión precedente. Durante un Via Crucis, pocos meses antes de su elección, exclamó: "¡Cuánta suciedad hay en la Iglesia, incluso entre los sacerdotes".


"Para gobernar la barca de San Pedro y anunciar el Evangelio es necesario el vigor tanto de cuerpo como de espíritu; vigor que en los últimos meses ha disminuído en mí de tal forma que he de reconocer mi incapacidad para ejercer bien el ministerio que me fue encomendado" ha dicho ayer, cogiendo por sorpresa a todos, durante un acto rutinario programado para unas canonizaciones.


Si importante ha sido el súbito abandono de su responsabilidad, no lo es menos lo que deja entrever: que en su batalla por limpiar a la Santa Sede de pederastas y ladrones ha perdido la partida y ha emprendido una huída hacia adelante. Es buena la definición por si alguien cree aún que nada hay tan sagrado y poderoso en la cristiandad como el Pontífice romano. El que se va hibernará a 18 kilómetros, en Castel Gandolfo, hasta que finalicen las obras de un convento de recogimiento en el que permanecerá hasta el fin de sus días, probablemente.


Uno de sus pecados para los dados al complot y el secretismo fue la realización de un simposio para dar voz a las víctimas de los muchos curas pederastas, asumiendo de viva voz que éstas deben ser la prioridad del Vaticano y los responsables debían ser llevados ante el juez. Los antecedentes hasta ese momento eran la negación de la existencia de tal situación, la estigmatización de las víctimas, en su mayoría niños,  y la protección, rayando el delito, de los culpables.


El preocupante funcionamiento del Vaticano se puso una vez más al descubierto con las declaraciones publicadas del cardenal Paolo Romeo, de Palermo, durante un viaje a China en 2011, sobre un supuesto complot para asesinar a Benedicto XVI que al final quedaron en agua de borrajas o, si alguien lo cree, resultaron "mal interpretadas".


Las supuestas declaraciones de Romeo contribuyeron a traer desde el pasado las sospechas y ataques a la Curia durante la imprevista muerte de Juan Pablo I, cuyo pontificado duró solo 33 días, después de dejar entrever su interés por aclarar las opacas finanzas del Banco Vaticano, conocido por las siglas de IOR, entonces bajo la lupa de la justicia italiana.


La amenaza contra Benedicto XVI apareció en momentos en que los medios culpaban al cardenal secretario de Estado Tarcisio Bertone del traslado a la nunciatura de Washington del arzobispo Carlo María Viganó, Secretario General del Gobernatorato o ente encargado del abastecimiento y la manutención del pequeño Estado en suelo italiano.






Viganó conocía muy bien los entresijos políticos de la Curia y había logrado en su mandato excluir gastos inútiles y acabar con contratos millonarios con tufillo a corrupción, mientras se enfrentaba a Bertone, que tiene en su contra a una importante corriente dentro de la Iglesia. El descolocado por el secretario de Estado había escrito incluso a Benedicto XVI sobre la "mala gestión".


Muchos príncipes de la Iglesia reprochan a Bertone, miembro de la Societa don Bosco, los conocidos salesianos, otorgarles puestos de importancia, aunque no estuviesen cualificados, lo que a la vez le provee de una importante cuota de poder. Será el camarlengo, ocupado en los asuntos de la Santa Sede a partir del día 28 de febrero hasta la realización del cónclave a mediados de marzo.


Un consistorio realizado el 18 de febrero del 2012, en el que se nombraron 22 nuevos cardenales, qúedó opacado por embarazosas fugas de documentos internos que dejaban al descubierto dudosos manejos financieros y por informaciones de la prensa italiana sobre disputas por puestos políticos. Entonces se preparaba ya el cónclave por venir tras el próximo día 28, aunque nadie lo notara.


Poco después de este consistorio, Benedicto XVI viajó a México y Cuba, con agendas en las que destacaban las escasas apariciones públicas programadas, sin discursos políticos ni reuniones con la sociedad civil, como había sido la norma diplomática.


Marco Damiliano, vaticanista del semanario L'Espresso, escribía que "la sensación de vulnerabilidad que se ha adueñado de los dirigentes de la Iglesia no atañe solo a la salud física del Pontífice. También a su capacidad de llevar el timón de la nave de San Pedro, por una misteriosa cadena de escándalos, cartas anónimas y hasta preanuncios de muerte".


El Osservatore Romano decía en un editorial que Benedicto XVI era "un apacible pastor" rodeado de "lobos". El cardenal alemán Walter Kasper, en una entrevista con Corrieri de la Sera, se compadecía de él y consideraba que debía estar muy triste "al ver cómo intentan destruir lo que ha edificado".


El Colegio Cardenalicio, tras la nominación de 22 nuevos cardenales en febrero del pasado año, queda formado en la actualidad por 213 miembros de los que 125 son menores de ochenta años y tienen posibilidades de elección. A los latinoamericanos nos parece que el Pontífice renunciante perdió la ocasión de universalizar este club tan exclusivo al colocar el birrete en solo una cabeza de la región con mayor número de católicos del mundo.


Ha resultado un error que se ha repetido porque en noviembre del 2010, en el anterior consistorio, de 24 cardenales, tan solo dos latinoamericanos resultaron purpurados.


El cónclave deberá celebrarse algún día del mes de marzo y suenan como posibles, según los vaticanistas, el italiano Angelo Scola (lo que recuperaría el trono para Italia después de dos períodos de abstinencia), el canadiense Marc Ouellet y el austríaco Christoph Schönborn. Pero las quinielas siguen abiertas.

Enlazar con: http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2012/02/vaticano-enfrentarse-las-victimas.html
http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2012/02/vaticano-la-iglesia-pagara-mas.html
http://lasnoticiasdemirta.blogspot.com.es/2012/03/benedicto-xvi-cuba-y-el-mundo-necesitan.html

1 comentario:

  1. Chapeau amiga mía. Excelente tu artículo. Reflejo de estudiosa de la religión. Te felicito. Mary

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