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domingo, 16 de junio de 2013

Estados Unidos: el caso Edward Snowden





Por Mirta Balea

Nadie debe ver en ese coro mundial de alabanzas y detracciones sobre Edward Snowden, el mas reciente y sonado whistleblower o soplón de secretos gubernamentales, una especie de homenaje al modelo de periodismo moderno ejercido en este caso por el británico The Guardian y el estadounidense The Washington Post cuando publicaron las actividades de espionaje sobre ciudadanos norteamericanos y otros de la Agencia de Seguridad Nacional (NSA) en un programa llamado PRISM.


Tienen, eso sí, el innegable mérito de haber dado voz al acusador del Big Brother en las mismas naciones que se ufanan de tener una civilización, unos valores y una conciencia democráticas y unos diarios partícipes de la vida pública y privada de sus pueblos bajo el paraguas de la libertad de expresión como parte de los derechos civiles inalienables. Una democracia, sin embargo, no debería esperar a que un hombre como Snowden, ex técnico de la NSA y de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), mostrara lo que debería ser la transparencia de un gobierno.



Desde que ambos periódicos revelaran la existencia del programa  PRISM de la NSA la pasada semana, ha venido teniendo lugar un debate confuso con intención sobre lo que es exactamente y como se trabaja la información recibida. La vehemencia con la que nueve compañías afectadas por la falta de confidencialidad sobre los datos de sus clientes negaron en principio toda implicación o colaboración en estos actos nos daban a conocer que mentían.



Ahora aseguran que la información filtrada se refería únicamente a temas de terrorismo y fue exigida de manera legal por el gobierno, autorizado a su vez para esto por la Corte de Vigilancia del Espionaje Exterior, bajo las siglas inglesas FISC.



La presidenta del Comité de Inteligencia del Senado Dianne Feinstein ha acusado a Snowden de traición y ha defendido la legitimidad del testimonio aportado en marzo pasado por el director de la NSA James R. Clapper, ante ese grupo del Congreso, cuando negó que tales prácticas tuvieran lugar. En contraposición a la opinión de la senadora demócrata por California, otros amigos de las libertades civiles opinan que el whistleblower es un héroe.



Clapper ha dicho después que hay numerosas inexactitudes en lo publicado por The Guardian y The Washington Port, sin aclarar ni una sola de ellas. Ha referido también que el programa está entre "los más importantes y valiosos sobre información de Inteligencia del exterior y se utiliza para proteger a la nación de variadas amenazas. La inautorizada publicación de la información sobre este importante y totalmente legal programa es reprobable y pone en riesgo importantes aspectos de la seguridad de los americanos".


Precisamente en marzo pasado, la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) había encendido las alarmas sobre los riesgos para la prensa en el continente americano en el ejercicio de la libertad de expresión y si bien Snowden no es periodista experimenta hoy el mismo acoso de parte de un gobierno amenazado por el ejercicio de la libertad de expresión en su manera más amplia.


De acuerdo que son documentos confidenciales, que no habría tenido Snowden de no haber trabajado en la NSA Y LA CIA, pero es ahí donde radica precisamente su importancia y su interés para el público porque el debate nacional propuesto por el presidente Barack Obama sobre la seguridad por una parte y el respeto a la privacidad de los ciudadanos por el otro parece imposible de realizar.


Lo que sí podía haber hecho el presidente es hacer públicos los argumentos de los que se valió la  FISC para conferir una base legal a este espionaje y ver si se determinó donde empezaba y dónde terminaba la recopilación de los datos ciudadanos a sus espaldas.


A principios de junio, el Departamento de Justicia de Estados Unidos trazó una línea para amedrentar sobre el fisgoneo de la agencia de noticias Associated Press y la Fox News que trajo como consecuencia una petrificación de sus eventuales fuentes de información por miedo a las represalias. El editor ejecutivo del The New York Times Jill Abramson habló en nombre de todos los periodistas cuando advirtió de las consecuencias de la práctica de la mordaza.


Tres días después de la comparecencia de Abramson en el programa Face the Nation, The Guardian habría publicado una información sobre escuchas federales a la agencia Verizon y The Washington Post habría dado a conocer la existencia de PRISM. Ningún medio reveló el nombre del soplón porque lo hizo el mismo en Hong Kong días después a un medio chino.



Snowden




La NSA se precia de robar secretos y filtrar códigos y está habituada a incorporar en sus filas a gente que le ayuda a desviar el tráfico de datos y saltarse barreras. Antes no existían las nueve agencias en liza: los servidores de Internet Microsoft, Yahoo, Google, Facebook, PalTalk, AOL, Skype, YouTube, Apple y Verizon, en los que el intercambio de información de los clientes resulta de un valor incalculable para cualquier gobierno del mundo.


Incluso el GCHQ británico, equivalente a la NSA, ha venido recogiendo información de las mismas fuentes mediante la red de ese departamento de Estados Unidos, que le ha permitido circunvalar los aspectos legales del robo de datos para proveerse de e-mails, fotos y videos al hacerlo mediante una compañía fuera del Reino Unido.


Se dice que Snowden ha protagonizado la mayor filtración de los últimos tiempos en cuanto a "trapos sucios" del gobierno y muchos valoran que ha dejado atrás la comodidad para entrar en la vida del perseguido por la justicia. Se necesita sin dudas una gran dosis de coraje para sacar estas acciones a la luz conociendo lo que le caerá encima. El mismo lo ha dado a entender al decir que está acabado.


Es cuestión de tiempo que termine en una cárcel a pesar de todas las presiones públicas a su favor. Refugiado en Hong Kong, un territorio que tiene un tratado de extradición con EEUU desde 1997, en medio de una relaciones bilaterales que han comenzado a mejorar y teniendo en cuenta que aunque los ciudadanos norteamericanos pueden entrar sin visado solo se les permite quedarse 90 días. En agosto, tendrá que irse.


El programa PRISM es una generación del programa secreto de vigilancia nacional del 2007 instaurado por el expresidente George W. Bush, después de que informaciones inconvenientes aparecidas en los medios, varios pleitos y la FISC le forzaran a buscar nuevas vías de control.


El primer socio de PRISM fue Microsoft, que recibió 6,000 solicitudes de la NSA sobre 32,000 cuentas. Facebook ha confesado también el pecadillo de que en los últimos seis meses del 2012 recibió 10,000 solicitudes sobre 19,000 cuentas. La información desvelada apunta a que el 98% de la producción de datos del programa secreto está basada en Yahoo, Google y Microsoft.


Paltalk, entre las involucradas la más pequeña en tráfico de datos, suministró información de interés durante la Primavera Arabe y en la actual guerra civil siria. Se ha dicho incluso que vendrá pronto un servicio de almacenamiento y sincronización de datos al que llaman Dropbox, lo que hace presumir que el asunto se ampliará a otras áreas y no solo al terrorismo.


El senador Mark Udall, demócrata por Colorado, ha dicho que nada prohíbe a la comunidad de Inteligencia de hurgar en una pila de comunicaciones, que, incidental o accidentalmente, han obtenido datos sin autorización, ni buscar adrede llamadas telefónicas o e-mails de norteamericanos específicos.


El senador, que confesó conocer la existencia de PRISM como miembro del Comité de Inteligencia del Senado, no habló en cambio del mismo cuando fue requerido en diciembre del 2012 en un debate sobre las Enmiendas al Acta FISA, del Congreso de 2008, que inmuniza a las compañías dispuestas a cooperar voluntariamente con la Inteligencia de Estados Unidos.


PRISM es heredera de las históricas alianzas de la Inteligencia, que agrupa a unas 100 compañías norteamericanas y no solo a las nueve en capilla ardiente, desde 1970. La NSA  ha bautizado esto como Operaciones de Origen Especial.


Las operaciones de Silicon Valley trabajan bajo el código de BLARNEY, que reúne "metadatos" (información técnica sobre trafico de comunicaciones y red) con su piedra angular en Internet. The Washington Post considera que PRISM se encuentra más acorde con las ordenes de vigilancia dadas por Bush tras los ataques terroristas el 11 de septiembre del 2011 en Nueva York.


El periódico observó que Obama, que tanto criticó las medidas adoptadas por Bush, ha decidido dar prioridad a las técnicas de colección de datos masivos y sistemáticos al respeto a la ley. Pero esto supone que reunir datos sobre un sospechoso de terrorismo como mínimo arroja en el mismo saco a todos los que estén en contacto con éste, directa o indirectamente, y aumenta exponencialmente lo que se ha dado en llamar recolección incidental, que es la inherente a ponerte en contacto con una cadena de individuos en cuestión. Que es de lo que se ocupan las redes sociales.


Los metadatos de que hemos hablado provisionan a la NSA, tanto como al FBI y otras agencias gubernamentales, de una extensa información sobre las actividades de norteamericanos tanto si son sujetos ordinarios como sospechosos de terrorismo.



Maqueta de PRISM



Las agencias de Inteligencia utilizan además una nueva tecnología conocida como trilaterización, que permite seguir a un individuo a cada momento. Los datos se obtienen mediante las torres utilizadas por los móviles o celulares, y pueden permitir el cálculo de la altitud de la persona y hasta del piso específico en que se halla dentro de un edificio. Incluso puede llegar a predecir la ruta que utilizara ese sujeto durante un desplazamiento.

Aquellos datos que pueda obtener la NSA del centro de Utah soportaran una ampliación de sus acciones dentro de Estados Unidos, según otros whistleblowers. Verizon, una de las agencias envueltas en el actual escándalo, ampliará la fibra óptica desde Nueva Jersey a Quantico, Virginia, hasta una base militar, permitiendo al gobierno obtener el acceso a todas las comunicaciones que fluyan a través de esta vía.


Un técnico de la AT&T en San Francisco, California, ha informado de la existencia de una habitación secreta reservada por la NSA para permitir el espionaje sobre millones de ciudadanos y a nivel internacional de las llamadas de telefónicas realizadas a través de esa estación.


La NSA (y quienes se benefician de esto en el mundo) resulta hoy la dueña absoluta de la revolución de la digitalización, tanto si se trata de norteamericanos como de nacionales de otros países, por el alto grado de análisis automáticos e instantáneos que pueden realizarse en la actualidad tomando como fuente a Internet.


Todo lo que hemos sabido por Snowden y otros whistleblowers en estos días y antes resulta tan solo un breve vistazo de la magnitud  de la influencia y manejo de datos individuales de la mayor agencia de espionaje de Estados Unidos o quizás del mundo. Para esto, en la última década, los sucesivos gobiernos norteamericanos han gastado billones de dólares en erigir, ampliar y consolidad a la gran fortaleza de Utah.

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